En el último año la crisis política en Burundi ha causado varios centenares de muertos, así como de refugiados y refugiadas. A finales de enero, NNUU ha detectado las señales alarmantes del aumento de la dimensión étnica del conflicto. Mas allá de Burundi, toda el África Central se encuentra afectada por este conflicto. En la actualidad, se teme que Burundi vaya por la misma senda del genocidio de Ruanda, acrecentado por el interés que tienen muchos de los actores de la región en que la situación degenere.
En cuanto a si se pude o no contener el caos actual en Burundi dentro de sus fronteras, la región está conectada por distintos conflictos. La República Democrática del Congo (RDC) terminó su guerra en 2002, sin embargo no es real ya que las provincias del Kivu siguen en conflicto. Dicho conflicto se ve acrecentado por la manipulación de sus milicias por parte de Ruanda para la explotación de recursos ilegalmente y vigilan las guerrillas del Frente Democrático para la Liberación de Ruanda (FDLR), surgido del antiguo gobierno genocida hutu que sobrevivió en territorio congoleño. Ruanda, por su parte, tiene su propia milicia congoleña “M23”, teniendo su frontera con Republica Centroafricana (RCA) mal controlada y con continuos conflictos por parte del Ejército de Resistencia del Señor. Más al sur, el movimiento étnico islamista Fuerzas Aliadas Democráticas-Ejército Nacional de Liberación (ADF-NALU), con sede en RDC y apoyado por Sudán ataca a Uganda sin que RDC haga nada. RDC y Uganda compiten por la explotación del petróleo del lago Alberto, que se encuentra en frontera común. Por lo que la inestabilidad reina en RCA, Sudan del Sur, la zona de los Kivus en RDC y las costas del lago Tanganica, ya que ninguno de estos países tienen medios para ejercer una autoridad real, y Uganda y Ruanda tiene dificultades para controlar su periferia.
Una receta ya probada para llevar al poder en la zona de los grandes lagos es desencadenar el odio entre étnicas. Mientras nadie actúa, aumenta la violencia en un contacto político en el que la debilidad estructural encuentran más beneficiarios que adversarios.
Para mas información sobre el conflicto, se puede consultar:
Grandes Lagos: semana del 30 de enero al 5 de febrero de 2016