Dando un largo salto atlántico, nos centraremos ahora en echar un vistazo a los procesos desarrollados en Centroamérica, empezando por Honduras. En este país, el mayor trabajo de medicusmundi Bizkaia se centra en los distritos de Puerto Cortés y de Ceiba, situados en la zona norte del país, cerca de Guatemala y con salida al mar del Caribe.
Allí, mediante un programa del Gobierno Vasco iniciado en 2008, se pretende una mejora global de los accesos al agua en algunas comunidades rurales instaladas en la frondosa selva hondureña. Este proyecto, que se desarrolla con el apoyo de otras organizaciones, como los Padres Paules, y varias instituciones y municipalías locales, tiene como fin no solo mejorar o construir las instalaciones existentes, sino introducir entre la población nativa el concepto comunitario y autogestionado, esto es, que sean las propias comunidades las que se hagan cargo de las obras, el mantenimiento y la gestión, haciendo responsables de su propio entorno.
Por otra parte, se ha mejorado la coordinación con otros agentes, como las citadas instituciones (cuerpos policiales, médicos, agentes sociales y políticos) a la hora de activar ciertos protocolos, y se ha colaborado con algunos laboratorios en la investigación de varias muestras de agua de los diferentes poblados, a fin de asegurar una buena salubridad e higiene del entorno.
El respeto a los derechos sexuales y reproductivos y el empoderamiento de la mujer, al igual que en África, también juegan un papel fundamental en Latinoamérica. De la misma manera que en Congo, la organización de los grupos de mujeres tiene por objeto la búsqueda de la equidad respecto a los hombres en un entorno absolutamente machista y patriarcal, donde las mujeres se sitúan al margen de las grandes decisiones del colectivo. Capacitarlas y convertirlas en dueñas de su propio futuro es uno de los grandes retos de medicusmundi Bizkaia en Puerto Cortés, convirtiéndolas en sujeto activo en las grandes decisiones de la comunidad.
Otra de las zonas en las que medicusmundi Bizkaia está presente en Honduras es la Ceiba, un territorio especialmente violento, en el que la presencia de las “maras” y de la fuerte presencia del narcotráfico dificulta enormemente el trabajo de campo del voluntariado. Una de las ramificaciones de ese entorno violento es la que afecta directamente a las mujeres como violencia sexista. Erradicar esa lacra es una de las prioridades en la zona, entendiendo esa violencia de género como un problema de salud pública que hay que abordar y solucionar desde diferentes planos. En ese sentido, la puesta en marcha de la conocida como “Casa Ixchel”, una casa que reúne a mujeres maltratadas y que tiene diversas funciones, desde el empoderamiento de las mujeres hondureñas (autodefensa, denuncia, etc..) hasta la formación de cuadros sensibilizadores dentro de la propia comunidad nativa.
Para 2015 se espera ampliar la presencia en Honduras con la inclusión de nuevas zonas de trabajo, como Intibuca, aunque por el momento este proyecto se encuentra en una fase embrionario de inicio de contactos.