En la anterior comunicación informamos del asesinato de la activista ambientalista Berta Cáceres por liderar la lucha contra la instalación de una presa hidroeléctrica en un río perteneciente al territorio lenca. Lamentablemente los poderes públicos ante este suceso no están teniendo una actitud decidida para resolver el caso, obstaculizando todas las iniciativas populares en clara connivencia con la empresa hidroeléctrica y sus “aliados” financieros que son bancos europeos. Estas entidades financieras han facilitado la inversión de esta empresa y han hecho oídos sordos de las demandas del movimiento social para esclarecer estos hechos y paralizar las obras en el río.
Sin embargo este no es un hecho aislado en el país, en estos momentos Cuyamel la localidad donde está situada la oficina de medicusmundi bizkaia, el capital transnacional ha puesto de nuevo la mirada en los recursos y bienes comunes de Honduras. Y no es casual. Este país posee enormes riquezas naturales tales como petróleo, minerales, tierras y agua, que desde la implementación de las políticas neoliberales están siendo vendidos para ser explotados por empresas multinacionales y grandes grupos económicos nacionales, con la complicidad de los gobiernos de turno.
Uno de los recursos que la población está viendo necesario defender es el agua, actualmente amenazada por un supuesto desarrollo energético, así las cárceles para los ríos son ahora las represas hidroeléctricas. Para muestra un botón: la comunidad de Cuyamel en Omoa, Cortés; está dando pasos firmes en la lucha contra una represa que pretende instalarse sobre el río Cuyamel.
Después de diversas acciones la comunidad ha obligado a la corporación municipal de Omoa, para que se una a la comunidad en la lucha contra la instalación de dicha represa aprobada el 2013 por el Congreso Nacional quien dio el visto bueno para la instalación de la central hidroeléctrica Cuyamel, en el departamento de Cortés, la concesión fue otorgada a la empresa Generadora Cuyamel S.A.